Raúl H. Ortiz. Ladrillo a ladrillo / Raúl H. Ortiz; fotografía
Raúl H. Ortiz y otros. – Cali: Ingeniería Gráfica, 2018.
376 páginas: fotos; 31 cm.
ISBN 978-958-48-3229-0
Ortiz, Raúl H. – Trabajos arquitectónicos 2. Arquitectos
Colombianos – Biografías 3. Arquitectura colombiana – Historia –
Cali (Valle del Cauca, Colombia) 1. Ortiz, Raúl H, autor II. Tít.
927.2 cd 21 ed.
A1590339
CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango
TEXTOS
Raúl H. Ortíz
Asistente Briyeth Eraso EDICIÓN
María Cecilia Arboleda
FOTOGRAFÍA CARATULA
Germán Roig
FOTOGRAFÍAS
Raúl H. Ortíz Federico Orózco Sylvie Goldenstein Germán Roig
Asistente Fedora Geant
Jhon Fernández
DISEÑO Y ARTES FINALES
Mauricio Montiel
EDICIÓN Y PRODUCCIÓN GENERAL
MF Comunicaciones
PREPRENSA E IMPRESIÓN
Ingeniería Gráfica S.A.
Cali, Febrero de 2018
Presentación
Por Lorenzo Fonseca Martínez
Siempre he afirmado que el ejercicio de la arquitectura tuvo en la década de los años 70 un dramático y funesto giro del ejercicio profesional comprometido con su oficio, hacia la industria de la construcción. Se pasó de la actitud responsable del profesional, consciente de su responsabilidad con los efectos de sus diseños en los futuros usuarios, y quien percibía honorarios acorde con lo establecido normativamente, a un industrial de la construcción quien tan solo buscaba la máxima rentabilidad por m2 convirtiendo la arquitectura en algo equivalente a la producción textil, eficiente y rentable: máxima cantidad de yardas de tela o de m2 de construcción con un criterio de rentabilidad ignorante del resultado habitable.
Por fortuna no todos tomaron ese giro y aunque proporcionalmente su número se ha ido reduciendo en relación con la gran cantidad de irresponsables portadores de diplomas de grado que ejercen en el país, queda un selecto grupo de arquitectos que se empeñan en mantener la calidad de la arquitectura y la seriedad del ejercicio profesional, el arquitecto Raúl H. Ortiz es uno de ellos.
Mi labor en la dirección de la Revista PROA me brindó la posibilidad de establecer contacto con su obra a los pocos años de constituir, en 1978, la firma de arquitectos que desde entonces ha respaldado su quehacer arquitectónico. Tuve mi primer contacto con la firma en 1982 cuando las entregas N°312 y 313 de PROA se dedicaron a destacar la arquitectura que se estaba diseñando y construyendo en ese momento en el Valle del Cauca, en ellas se incluyó la remodelación y restauración del Hotel Estación en Buenaventura para la sede de la Federación de Cafeteros, que estuvo a su cargo como proyecto ganador de un concurso abierto por la gobernación del Valle del Cauca; proyecto que demuestra la sensibilidad por el patrimonio arquitectónico de la época precursora de la arquitectura moderna, en ese momento no tenida en cuenta por la mayoría de los profesionales. Dos años después, en la entrega N°332, se publicó el edificio de apartamentos “Gualcalá”, construido en Cali para responder a un programa de vivienda individualizada.
Con este preámbulo editorial se tuvo la oportunidad de entrar en contacto con los resultados de su actividad profesional y plantear la posibilidad de dedicar las páginas de una entrega de PROA, en forma exclusiva, para presentar algunos de sus logros de ese entonces. A través de los diálogos con el arquitecto para la organización de esta entrega, más allá del contacto profesional se estableció uno de carácter personal, que ha permanecido desde entonces.
Tuve mi primer contacto con la firma en 1982 cuando las entregas N°312 y 313 de PROA se dedicaron a destacar la arquitectura que se estaba diseñando y construyendo en ese momento en el Valle del Cauca, en ellas se incluyó la remodelación y restauración del Hotel Estación en Buenaventura para la sede de la Federación de Cafeteros, que estuvo a su cargo como proyecto ganador de un concurso abierto por la gobernación del Valle del Cauca; proyecto que demuestra la sensibilidad por el patrimonio arquitectónico de la época precursora de la arquitectura moderna, en ese momento no tenida en cuenta por la mayoría de los profesionales. Dos años después, en la entrega N°332, se publicó el edificio de apartamentos “Gualcalá”, construido en Cali para responder a un programa de vivienda individualizada.
Con este preámbulo editorial se tuvo la oportunidad de entrar en contacto con los resultados de su actividad profesional y plantear la posibilidad de dedicar las páginas de una entrega de PROA, en forma exclusiva, para presentar algunos de sus logros de ese entonces. A través de los diálogos con el arquitecto para la organización de esta entrega, más allá del contacto profesional se estableció uno de carácter personal, que ha permanecido desde entonces.
Proyecto editorial que se logró en 1989 con la entrega N°382, en la que se destacaron algunos de los más significativos proyectos construidos hasta entonces por la firma y que permitió ofrecer un variado espectro de temas: vivienda unifamiliar campestre, edificios de apartamentos, conjuntos unifamiliares y multifamiliares, instalaciones industriales, lugares de culto y centros educativos entre otros.
En cada una de las obras incluidas es evidente el conocimiento que el arquitecto tiene del ladrillo y su destreza para aprovecharlo en el logro de la intención espacial que busca. Desde la composición y articulación de los atractivos volúmenes propuestos, hasta el sutil detalle de vanos y entrabes que permiten contrastes en el juego de luz y sombra, tanto en los aspectos volumétricos como en los muros, vanos, y remates.
Agradezco que las circunstancias editoriales me pusieran en contacto con Raúl H. y la arquitectura colombiana debe agradecerle sus aportes e influencias propositivas al ejercicio profesional y a la misma arquitectura.
Bogotá, julio 24 de 2017