Nota: Recién cumplidos 72 años de vida, PROA recibió el Premio Gonzalo Jiménez de Quesada otorgado por la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá en la modalidad de divulgación, honor que compartió con Julio Carrizosa Umaña, en medio ambiente y ordenamiento territorial; José Félix Patiño Restrepo, en liderazgo; la Federación de Acción Comunal, en participación ciudadana; y el CESA, en educación. Algunas reflexiones surgieron a raíz de este premio que queremos compartir con los lectores de la revista.

(De izquierda a derecha) Cuatro de los cinco premiados: Federico Castañeda, presidente de la Federación de Acción Comunal; Lorenzo Fonseca, director de la revista Proa; Julio Carrizosa, ingeniero y ambientalista; Henry Joseph Bradford, rector del Colegio de Estudios Superiores de Administración, CESA.

Reflexión a propósito de la designación de PROA para el Premio Gonzalo Jiménez de Quesada

Por Lorenzo Fonseca Martínez, director

Para la revista PROA es altamente significativo recibir el Premio Gonzalo Jiménez de Quesada, creado en 1938 por la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, más cuando ese reconocimiento viene de una reconocida institución bogotana con tradición centenaria en labores atinentes al mejoramiento de las condiciones de la ciudad. Significativo también al estar PROA incluida en una nómina de destacadas personalidades e instituciones (Julio Carrizosa, José Félix Patiño, la Federación de Acción Comunal y el Colegio de Estudios Superiores de Administración, CESA). Es en verdad un homenaje a la memoria del arquitecto urbanista e historiador Carlos Martínez Jimenez fundador de la revista PROA de arquitectura, urbanismo e industrias y también a la buena arquitectura colombiana que llenó sus páginas a lo largo de su trayectoria.

Carlos Martínez hizo parte de un grupo de jóvenes arquitectos recién graduados a comienzos de la década de los años 30 que promovió en 1934 la creación de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, de la que fue su primer secretario, y en 1936, la primera Facultad de Arquitectura del país, en la Universidad Nacional de Colombia, de la que fue uno de sus primeros decanos. Este grupo emprendedor deseoso de difundir los principios y lecciones de la arquitectura moderna, promulgados entre otros por la Bauhaus, buscó la forma de tener un medio de difusión especializado.

Nace entonces, en 1946, la revista PROA de arquitectura, urbanismo e industrias gracias al esfuerzo de Carlos Martínez, con el apoyo de Jorge Arango Sanín y Manuel de Vengoechea. Desde el cuarto número fue dirigida exclusivamente por el primero de ellos; de hecho, durante largas décadas, esta revista fue un esfuerzo fundamentalmente suyo.

La revista se convierte en vocera de quienes, como Carlos, aplicaban las lecciones recibidas de la arquitectura moderna internacional tanto en el ejercicio profesional como en la docencia. Así los editoriales de PROA sentaban cátedra en relación con las circunstancias de Bogotá y del país y sus páginas destacaban ejemplos de lo que se venía diseñando y construyendo como resultado de los lineamientos de la modernidad.

El criterio editorial

Desde su inicio la revista planteó unos objetivos que han orientado el contenido de sus páginas desde entonces hasta el momento actual. “El crecimiento palpable de nuestras ciudades ha traído problemas cuyas entrañas se encuentran en los alojamientos, la educación, los servicios públicos, las parcelaciones, etc., y en cuya solución y estudio. …Consideran los directores de esta publicación que tales problemas y tales diligencias merecen ser ampliamente estudiados y conocidos y para tal fin sea fundado esta revista. Con ella esperamos influir, así sea en mínima parte, en la orientación urbanística y arquitectónica del país, si para ello contamos con la cooperación decidida de nuestros colegas” [editorial en PROA No. 1]. La tarea de divulgación se centra en mostrar y promover la espléndida labor de nuestros profesionales, imbuidos de una ética profesional que se evidencia en el profesionalismo de las ejemplares soluciones logradas.

Una mirada al pasado

En relación con la revista se puede decir que yo nací en medio de PROA, como sobrino de Carlos se convirtió él, desde siempre, en el referente obligado de mi vida. Así que cuando yo inicié la carrera de arquitectura la oficina de PROA era en cierta manera mi estudio y Carlos mi tutor.

Cuando me gradué de arquitecto, Carlos como director de la revista llevaba a su cuenta una obra de más de 200 números editados. Fue a partir de la entrega No. 206 (enero de 1970) que yo entré formalmente como su subdirector. Actividad conjunta que llevamos con Carlos por 4 años hasta que en 1974 cuando, al regresar yo de la especialización fuera del país, me entregó la dirección de la revista con la entrega No. 238.

Desde entonces y durante 33 años llevé la responsabilidad de editar la revista hasta que, por ser una empresa privada financieramente improductiva (que absorbió todos los ahorros disponibles), al llegar a la entrega 454-455 el bolsillo no dio más y fue necesario hacer un alto en el camino.

Una mirada al presente

Los investigadores y estudiosos de la historia de la arquitectura y urbanismo reciente ponen en evidencia que PROA es quizá la fuente primordial para sus indagaciones en las que se busca establecer el origen de la arquitectura moderna en Colombia. Tesis de maestría en las diversas facultades de arquitectura lo demuestran. Recientes publicaciones de muy diversos autores sobre el tema así lo evidencian.

Por otra parte, el acopio en sus páginas de buena arquitectura desde 1946 es fuente de estudio para el PATRIMONIO moderno colombiano, especialmente el de Bogotá. Las maestrías de arquitectura que se dictan en el país, en particular las de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, interesadas en estudiar la obra de destacados profesionales como Enrique Triana, Guillermo Bermúdez, Arturo Robledo, Dicken Castro y Rogelio Salmona, entre muchos otros, recurren al contenido de la revista como fuente primaria para sus investigaciones.

También se tienen en cuenta otros temas inherentes a la revista:

En la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Pablo Insuasty presentó una tesis de maestría sobre la imagen de la arquitectura a través de la perspectiva en los primeros 300 números de PROA.

Y en la Universidad de los Andes, como resultado de una tesis de maestría de Alfonso Arango, Raiza Barrera y Manuel Saga sobre “la publicidad en la revista PROA en la década de los 50”, surgió un trabajo de investigación de gran envergadura, al día de hoy prácticamente concluido, que con el nombre de “Publicidad en contenidos y pautas de la Revista PROA, 1946-1962” fue dirigido entre otros por María Cecilia O’Byrne, Luz Mariela Gómez, Hernando Vargas y Manuel Segre.

Además, se tiene hoy la página virtual de la revista que mantiene activa su imagen con información pertinente, actual y especializada.

Una buena noticia para los investigadores. En días pasados se entregó el Archivo Carlos Martínez al Archivo de Bogotá, que incluye más de 1.000 títulos, la colección completa de la Revista PROA, sus publicaciones, el archivo fotográfico personal, sus escritos y manuscritos abiertos para consulta y estudio.

Una mirada al futuro

Se está en el empeño de iniciar una segunda etapa, esta vez virtual, de la revista y ya se tiene el trabajo adelantado para los primeros números que con ella, en numeración de 455+1 virtual, empezará a aparecer en las redes muy pronto.

Medalla del Premio Gonzalo Jiménez de Quesada

Agradecimientos

PROA no hubiera llegado a este homenaje sin el irrestricto y entusiasta apoyo de muchas de las personas que me rodean.

En primer lugar agradezco a Cristina mi esposa y compañera quien en todo momento ha respaldado las decisiones que se han tomado y ha tenido que soportar las afugias que las exigencias de la revista han implicado en las finanzas familiares.

Alberto Saldarriaga y Claudia Burgos hacen parte activa de la labor de la revista desde tiempo inmemorial y más recientemente Jorge Caballero ha entrado a convertirse, junto con Claudia, en la motivación dinámica del futuro de la revista. William Millán quien como mi asistente ha compartido las peripecias editoriales y financieras por mucho tiempo.

En estos agradecimientos es importante incluir a todos los profesionales e instituciones que han respaldado la labor de divulgación, aportando sus artículos y proyectos que son la razón de ser del contenido de la revista y también a quienes han entendido el significado de la revista para sus investigaciones y búsquedas.

A todos ellos los envuelve el significado de este homenaje.

Lorenzo Fonseca Martínez, 5 de diciembre de 2018.

Entrevista a Lorenzo Fonseca en Youtube

Entrevista de la Sociedad de Mejoras y Ornato a Lorenzo Fonseca, director de PROA revista de arquitectura, diseño, urbanismo y patrimonio, la cual recibió el Premio Gonzalo Jiménez de Quesada en la modalidad de Divulgación.

Las preguntas fueron:

  • ¿Cuáles son los mayores aportes de la revista al urbanismo en Bogotá?
  • ¿Cómo imagina a Bogotá en 2030?
  • Un mensaje para que los bogotanos quieran más a su ciudad.

Enlace a eltiempo.com
Estos son los ganadores de los premios Gonzalo Jiménez de Quesada
Los entrega la Sociedad de Mejoras y Ornato a labores cívicas

https://www.eltiempo.com/bogota/ganadores-de-los-premios-gonzalo-jimenez-de-quesada-301564