Autor: El Mono Núñez
Contenido: texto y fotos
Páginas: 72

Tamaño: 24,5 x 17,5 cm
ISBN: 978-958-59316-2-6
Editor: Página Maestra Editores
Bogotá, 2016

 

Una aventura en cicla que cumple 30 años

Con una narración amena y sencilla, Germán El Mono Núñez cuenta su experiencia de haber utilizado durante más de 30 años la cicla como medio de transporte en Bogotá, no pretende dar lecciones pero sí cuenta a lo que se ha enfrentado en una ciudad donde por mucho tiempo ser ciclista cotidiano era una excentricidad, o lo que ha vivido, para bien o para mal, tras cada ensayo o decisión de la administración distrital (la ciclovía de fin de semana, las ciclorrutas, los recientes ciclocarriles, los estacionamientos para bicicletas, las “cebras”, etc.).

Era la época de la universidad y pasó de un medio de transporte a otro para ir a estudiar, incluso echó dedo, hasta que una compañera de clase lo invitó a usar la cicla para movilizarse, en ese momento solo cuatro alumnos en toda la universidad llegaban en bicicleta. Así empezó esta simbiótica relación hasta el punto de ser conocido como “el mono de la cicla”.

Durante estas tres décadas, con algunas iniciativas y principalmente con su ejemplo, ha sido un sereno promotor del uso cotidiano de este medio de transporte. Este libro es su manera de festejar el aniversario.

Para la elaboración del libro seleccionó fotografías de tipo personal y familiar –al fin y al cabo es su historia–, junto con otras de la ciudad de esas décadas y del caos en el transporte urbano como los “racimos humanos” en los buses, o la Carrera Décima saturada de esos vehículos, o de lo que nos imaginábamos serían las ciudades en el lejano año 2000.

En el lanzamiento del libro en la librería Casa Tomada, Eduardo Arias, uno de sus interlocutores, dijo acertadamente: “… muy seguramente en unos 15, 20 o 25 años este libro va a ser una referencia mucho más importante de los que podemos imaginar ahora sobre la historia de la ciudad, cómo se vivía la ciudad y sobre todo cómo una persona que estuvo realmente cercana a la vida cotidiana de la ciudad a través de una bicicleta deja sus impresiones…”.

Hoy muchas personas se desplazan a sus sitios de trabajo o estudio en bicicleta, la ciudad está más preparada para este vehículo, incluso se ha convertido en una real y esperanzadora alternativa ante los “trancones” casi permanentes causados por el exceso de automóviles y la insuficiencia y mal estado de las vías; tal vez en unos años, en un segundo libro, El Mono cuente si supimos aprovechar esta oportunidad, si al menos tenemos una línea del metro o si quedamos atrapados entre una enorme masa de latas.